Hay infinidad de restaurantes chinos en Barcelona, pero muy pocos realmente auténticos y originales. El restaurante Sr. Noodles es uno de ellos.
Para empezar, al entrar, no vamos a encontrar la típica decoración recargada de un típico restaurante chino. Tiene otro aspecto, más “natural”, aunque no ausente de piezas decorativas llamativas.
El local, desde la entrada, se adentra en el edificio. Encontramos un par de típicas barras para comer, una justo frente al mostrador y otra en la pared. Si nos adentramos, pasaremos un par de mesas, y llegaremos al final del local donde hay cuatro o cinco mesas. Difícilmente cabrían más de 15 personas en ese espacio.
Pero lo más importante es que, justo al final, se encuentra la cocina, y hay un ventanal por el que puedes ver, si tienes interés, como preparan los platos y cómo preparan a mano la pasta. SI, se prepara la pasta A MANO.
No hay menú, la carta es escasa, centrada en el plato estrella, el “ramen”. Y digo “ramen” porque así lo escribe en la carta.
No podemos esperar un típico ramen japonés, ya que no estamos en un restaurante japonés, pero sí una sopa china de fideos caseros, de buen tamaño y buen precio. Si hablamos de sabor, personalmente le quitaría el exceso de cilantro que traen estos platos.
Tienen otros platos, como takoyaki, arroz frito (muy bueno por cierto, viene en una especie de caja de madera en cuyo interior hay un recipiente metálico), pasta de arroz, empanadillas y, como no, rollitos de primavera, entre otros.
Respecto del trato recibido, hay que decir que ha sido muy correcto, y aunque al principio hay que esperar un poco para recibir los platos, luego van llegando seguidos a buen ritmo, ya me entendéis.
Me he dejado para el final comentar uno de los platos que más nos llamó la atención, primero por el título, y luego por la sorpresa de haberlo encontrado en un restaurante en Barcelona, se trata del “tofu apestoso” (aunque en otros sitios se le llamaría “tofu maloliente”). Se trata de un plato típico de algunas zonas de Asia (China, Taiwan, Indonesia, Tailandia…) en el que se marina el tofu en una salsa con verderus fermentadas y se deja durante meses. La composición de la salsa que puede variar según el lugar, pero que sea cual sea la procedencia, el resultado siempre “apesta”. En este caso, el olor (y sabor) era parecido a los callos, pero aún más penetrante y fuerte, más como a entrañas de animal. En verdad me recordó mucho el olor distante de una porqueriza. Aunque no pudimos acabarnos el plato (demasiado “apestoso” para mi), seguramente, si lo encuentro en otro lugar, lo volvería a probar.
***EDITADO***
Recientemente este restaurante ha actualizado su carta, la ha ampliado con platos nuevos y ha realizado algún cambio en los precios. Ojo con algunas traducciones que les ha quedado realmente graciosas.